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6.2. Liderazgo


El liderazgo del entrenador se utiliza para gestionar el espíritu del equipo (que tiene una influencia directa sobre la calificación de mediocampo). El espíritu del equipo tiene un valor medio: cuando supera dicho valor medio, empieza a bajar en las sucesivas actualizaciones, hacia ese valor límite. Cuando está por debajo del valor medio, sube paulatinamente. Un entrenador con liderazgo alto hace que la velocidad de bajada sea menor, y que la velocidad de subida sea mayor, en cada caso. Más adelante se hablará de todo lo referente al espíritu del equipo.

Pregunta: Entonces… ¿es importante el liderazgo del entrenador? Al principio no. Un entrenador con buen nivel de entrenador y que además tenga un alto liderazgo es muy caro. Por eso, en divisiones bajas se recomienda centrarse en el entrenamiento de habilidad y en influir sobre la forma (buen nivel de entrenador) sacrificando el liderazgo (gestión del espíritu del equipo).

Pregunta: ¿Y a partir de qué división necesitaré un entrenador con liderazgo? No hay una división concreta. Simplemente, llegará un punto en que notes que lo necesitas: tus calificaciones de mediocampo no “dan para más”, los rivales de tu grupo te exigen un nivel que no puedes alcanzar, y te sale más a cuenta empezar a gestionar el espíritu (para subir las calificaciones de mediocampo) que fichar nuevos centrocampistas con altos niveles de jugadas. Puede ser en IX, o en VII. Depende del grupo en el que caigas, no de la división: hay un abismo entre (por ejemplo) el “grupo más difícil” de VIII, que el “grupo más fácil” de esa misma división.

El entrenador no dura para siempre. A medida que pasa el tiempo, empieza a bajar su nivel de liderazgo. Como mínimo tarda una temporada en perder el primer nivel de liderazgo. Parece que hay una parte de azar en estas bajadas, por lo que es imposible saber cuándo bajará realmente, a partir de la decimosexta semana como entrenador (puede bajar a la decimoséptima semana o al cabo de dos temporadas, es impredecible). De ese modo, poco a poco, sigue perdiendo niveles de liderazgo, hasta que llega a liderazgo desastroso (el nivel más bajo). A partir de ahí, la siguiente bajada ya será de nivel de entrenador.