Buscar este blog

7.2. Calificaciones



Como se dijo anteriormente, las calificaciones son los valores que miden el rendimiento de las diferentes zonas de tu equipo sobre el terreno de juego, y son la base a la hora de plantear y decidir los partidos. Son las siguientes (esquema de las aportaciones, por cortesía de Archicanciller):

Haz click en la imagen para ampliarla.

Las calificaciones de defensa indican la fortaleza o debilidad de las tres zonas defensivas. Las calificaciones de ataque son análogas a las de defensa, pero se refieren obviamente al ataque. El ataque izquierdo se enfrenta con la defensa derecha del rival, y viceversa. La comparación de las calificaciones de mediocampo es la que establece la posesión, que a su vez es la que influye sobre el reparto de ocasiones durante el partido. Es por ello por lo que los equipos intentan alcanzar altas calificaciones de mediocampo: a más mediocampo, más posesión, más ocasiones propias y además menos oportunidades tendrá el rival.

La forma de plantear correctamente un partido es intentar superar al rival en todas las calificaciones con la máxima holgura posible. Generalmente, esto no es factible, y ahí es donde entran las estrategias a la hora de plantear los partidos: potenciar en la medida de lo posible algunas calificaciones (principalmente la de mediocampo), renunciar a algún ataque, debilitar alguna zona defensiva…

Las calificaciones son función de los jugadores alineados: con sus habilidades aportan a las diferentes zonas en función de la posición en la que jueguen. Es por ello por lo que los jugadores no tienen una demarcación concreta: alineados de una forma u otra, aportan en mayor o menor medida a unas determinadas calificaciones. Ejemplo: un jugador es formidable en defensa y jugadas. Con esas habilidades, puede jugar tanto como defensa central (aportando en gran medida a la defensa, y en menor medida al mediocampo), o de inner (mediocentro), aportando en mayor medida al mediocampo y en menor proporción a la defensa.

Pregunta: Pero, en el jugador del ejemplo anterior… ¿cuál es su mejor posición? Depende de lo que necesites en cada partido, y del resto de jugadores de que dispongas. ¿En un partido necesitas mediocampo y es uno de tus jugadores con más jugadas? Pues probablemente es mejor ponerlo como inner en ese encuentro. En cambio, si es uno de tus mejores defensas, y tienes las posiciones de inner (mediocentro) cubiertas, tal vez sea mejor ponerlo como defensa central. Debes adaptar a tus jugadores a las necesidades de cada enfrentamiento, y plantear cada partido en base a las calificaciones y forma de jugar del rival.

El equipo que juega como local tiene una bonificación al mediocampo (en torno al 17.5% con respecto a jugar fuera de casa). Si se trata de un derbi, el equipo visitante también recibe una bonificación (concretamente, la mitad) a dicha calificación.

No olvides alinear jugadores que se encuentren “en condiciones” para jugar: Jugadores con muy bajas forma y/o resistencia probablemente no rendirán lo suficiente. Seguramente sea buena idea buscar alternativas, tales como suplentes, refuerzos de última hora, órdenes individuales… etc. de tal forma que las calificaciones no se vean resentidas en exceso.

La siguiente tabla ("La turquesa", cortesía de Haunting) refleja la aportación en porcentaje de las habilidades de los jugadores a las calificaciones según su posición y orden individual:

Haz click en la imagen para ampliarla.

Pregunta: Mi calificación de mediocampo es superior a la del rival, pero esa superioridad no se ve reflejada en los datos de posesión indicados en el reporte del partido. ¿Por qué puede ser? El dato de posesión es el que había en el último instante de cada una de las partes. La calificación de mediocampo (de hecho, todas las calificaciones) es una media obtenida a lo largo de todo el partido. Ha podido suceder alguna de las siguientes cosas:

-          La resistencia de tus jugadores era inferior a la del rival. Durante el partido, tus jugadores dominaron el mediocampo (calificación más alta que el rival), y por tanto, la posesión, pero al final de la segunda parte su menor resistencia provocó una bajada del rendimiento que hizo que la posesión en los últimos instantes se igualase (e incluso fuese favorable al rival).
-          En el tramo final del partido sucedió algo (sustitución, cambio táctico en el campo, lesión… etc.) que hizo que pese a que la calificación (media durante el partido) es más alta, el dato final de posesión (recordemos, capturado en el último instante del partido) es inferior.

Pregunta: Si conozco las calificaciones de mediocampo que vamos a obtener mi rival y yo... ¿puedo estimar la posesión de cada uno?  Sí, mediante una sencilla regla de tres: imagínate que tu vas a sacar insuficiente (muy bajo), y que el rival obtendrá pobre (alto). Numéricamente esas calificaciones equivalen a 17 (4*4+1, pues cada nivel -desastroso, horrible, pobre, débil- tiene 4 subniveles - muy bajo, bajo, alto, muy alto -, además del muy bajo que hay por encima de insuficiente) y 11 (4*2 + 3 dos niveles con sus cuatru subniveles completos, más el alto). La posesión quedará aproximadamente:

17 / (17+11) = 60,71% para tí.

11 / (17+11) = 39,29% para el rival.

Pregunta: He leído que algunas secundarias, como la defensa en los porteros, aumenta su aportación a las calificaciones… ¿es eso cierto? Sí. Cada tres niveles de defensa en un portero hacen que aporte a las calificaciones de defensa de las tres zonas como si tuviese un nivel más de portería. Ejemplo: Un portero de nivel formidable con defensa débil, aporta a la defensa de las tres zonas (a igualdad del resto de factores) como un portero de nivel destacado con defensa desastroso. Es importante destacar que esto únicamente es cierto a la hora de medir la aportación a las calificaciones, y no en otros aspectos del portero, como las faltas o penaltis, donde tener defensa no le hace rendir más. Siguiendo con el ejemplo, a efectos de un lanzamiento directo, el destacado/desastroso daría mejor resultado (con permiso del azar) que el formidable/débil. Hay otros ejemplos de estas equivalencias, como es el caso de los delanteros, en los cuales cada tres niveles de pases aportan a las calificaciones de ataque como si tuviesen un nivel de anotación más. Ejemplo: Un delantero con anotación excelente y pases bueno aportaría a las calificaciones de ataque (a igualdad del resto de factores) como un delantero con anotación destacado y pases desastroso.

Este tipo de detalles son interesantes por dos motivos: en los niveles altos de una habilidad los sueldos se disparan y la velocidad de entrenamiento disminuye. Hay casos donde tal vez compensa (por sueldo y por velocidad de entrenamiento) entrenarle una secundaria que incremente su rendimiento en la misma medida que la habilidad principal, a una mayor velocidad y sin apenas aumentarle el sueldo.